UNA SOLA CARNE
>> jueves, 29 de octubre de 2009 –
matrimonio
Muchos confunden este concepto creyendo que la unión en una sola carne es cuando tenemos una relación sexual, pero la verdadera unidad en una sola carne incluye todos los aspectos del ser. Sabemos que fuimos creados a imagen y semejanza de Dios, por lo tanto nuestra naturaleza debe ser darnos, entregarnos por completo a nuestro conyuge. Somos seres tripartitos, tenemos espíritu, alma y cuerpo y para llegar a ser una sola carne debemos alcanzar unidad en estas tres areas y ésta solo puede lograrse cuando nos unimos en matrimonio delante de Dios ya que ser una sola carne es un beneficio del pacto matrimonial. La unidad espiritual se logra cuando ambos tenemos a Jesús como Señor en nuestras vidas, la del cuerpo cuando nos unimos sexualmente y la del alma es la mas difícil de lograr porque trata con nuestra voluntad y emociones. El unirnos en matrimonio, debería ser una integración y un enlace de dos individuos formando una unión complementaria, ya que el matrimonio es la fusión de dos
personalidades, en la que cada uno conserva su identidad. Estar unidos, significa una unidad de dos, y solo se puede alcanzar por la infinita gracia de Dios. Para describirlo de una manera práctica, sería como tomar un trozo de masilla azul y luego una clara, a simple vista veríamos sus matices diferentes, pero si las mezclamos y modelamos en una sola pieza, solo veríamos un trozo de masilla azul. Sin embargo si observáramos minuciosamente y de cerca, notaríamos líneas separadas de masilla oscura y clara.

El matrimonio de una sola carne es como la masilla, dos personas mezcladas e interactuando bien uno con el otro, conservando no obstante sus propias y distintas personalidades.
Solo un Dios grande y amoroso pudo pensar para el matrimonio esa clase de unidad.